martes, 6 de abril de 2010

El café solo y triste de la mañana


He acabado acabando con todo. El olor de las tostadas a las siete, con bajo cero detrás de la puerta de casa, ya no es lo mismo. La ventana está llena de vaho. Se ha quedado tu mensaje, pero he intentado no mirarlo muchas veces. Qué estúpida la sensación esta de sentir que solo haces estupideces. Y la aburrida y triste verdad de no tener ganas de nada. Cuántas musarañas en la cabeza y que sin fin de polillas en el corazón. Ya noto la desagradable sensación. Incluso el café se ha vuelto amargo... sin ti.

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